La contemplación

La costa que sigue al Sol.

Una de la virtudes naturales más importantes de este loteo es que cada propietario tendrá siempre el sol sobre su costa de río. Son 180 grados de vistas al Norte, mucho más que un detalle, un beneficio común para todos.

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La contemplación

Solo y en silencio.

Sin necesidad de pescar, sin necesidad de navegarlo, ni de zambullirse en él, el Quilquihue nos ofrece además la posibilidad de ese sutil placer que es la contemplación. Frente a sus ojos se abre un paisaje sereno, con rumor suave de agua, y en las horas frescas, con aroma a hierba húmeda. Para disfrutarlo sólo tiene que estar allí, no necesita nada más.

Ciudad de Buenos Aires